Esa mañana se vistió de luces, con pendientes como estrellas y un collar de perlas. Esa mañana salió de casa y se dio al mundo y este cayó a sus pies.
I'm coming out, i want the world to know ... la, la, la, la, la. Cantó al filo de la banqueta, en la esquina que hace la avenida principal con la calle de la tienda, como si de un momento a otro los vecinos se fueran a asomar por sus ventanas para hacerle coro. Afortunadamente la vida real no es como en la TV ni ella es como Björk en Dancer in the dark.