martes, febrero 21, 2006

El personaje no tiene cuento

-¡Ya lo tengo!

Richard despertó de súbito un día cualquiera cuando pasaba por un sueño confuso. Había pasado toda una semana pensando en una historia que le habían dejado de tarea, un cuento para su clase de literatura. Justo ahora cuando no sabía de cuentos, al menos no como cuando era niño, en ese entonces que fingía dormir mientras escuchaba aquellos relatos que tenían tanto de encantadores como de increible: enanos, brujas, magos, hechizos, princesas, reyes, palacios, viajes a lugares bellos, lejanos e inverosímiles, batallas, heroes, villanos, finales felices, utopías... además todo eso ya estaba contado y Richard no quería repetir la misma fórmula de había una vez, letras y fueron felices para siempre.

Todos en clase llevaban ya un avance en sus relatos, Richard no llevaba escrita frase alguna, ni siquiera había agarrado algún papel ni lapiz o pluma con el fin de escribir alguna línea. Quería visualizar toda la historia en su mente, y hacer como cree hicieron Andersen o Verne.

Ese día se fue a dormir temprano, había jugado demasiado soccer y estaba muy cansado, tanto que no se acordaba de su cuento.

-¡Ya lo tengo!
-¿Qué t...? un momeeeento, ¿quién eres vos?
-El personaje de tu cuento, duh, ¡¿quien más baboso?!
-wtf?! ¿el que de mi que?
-... El pe e ere ese o ene a jota e de tu ce u e ene te o
-...
-Demonios, ¡ahora entiendo porque no puedes hacer mi cuento donde debo actuar!
-...
-A ver, vamos por partes, mira... tu quieres hacer un cuento, ¿no es así?

Aun atónito, Richard se limitó a asentir. -Bien, pues yo soy el personaje de ese cuento...

Ante esto, Richard no supo si reir o gritar del susto. Ante la confusión sólo veia a esa pequeña sombra mover una especie de boca, brazos y pies que le decía ser el personaje de su cuento, le daba instrucciones de como empezar por ponerle un nombre apantallador y recordable por la eternidad, inventarle características físicas (no tenía, por lo cual era una sombra) y que estás debieran ser agraciadas de virtudes que hasta el más santo le envidiase, un lugar donde el debía vivir apartado, bello y donde la maldad ni siquiera pensaría en existir (claro, si la maldad pensase), y no olvidar crear una mujer bella y no demeritable de sus virtudes de la cual debía enamorarse. Entonces, dijo el personaje a Richard, que sólo entonces, lo demás vendría por si sólo.

Crawl baby, crawl baby ♪♫

Pretty pink, baby blue, why don´t you come and teach me something new? ;)